jueves, 19 de mayo de 2016

Mi experiencia con la amistad

Podría decir que ha sido una porquería y me quedaría corta. Haciendo un repaso de mi vida social me doy cuenta de que no puedo creer en la amistad any more, si es que alguna vez he creído (dejando a parte mis años de infancia). 
Sé que no soy la única a la que le pasa esto porque el mundo está lleno de gentuza y de gente que, como yo, intenta contentar a todo el mundo hasta que se cansa de ser la única que da y pasa a dar puerta (Sí, he usado "única" y "mundo" dos veces en el mismo párrafo, soy lo peor, sigamos). El caso es que hay veces en las que simplemente tu personalidad y la de la otra persona no son compatibles, pero no que seas distintas, sino que NO CASAN, que se divorcian, se repelen, y claro...tú no vas a forzar la situación. Pero hay otras.....hay otras mai fren en las que interviene la pura maldad, una maldad inconsciente, oculta tras la tapadera de mil excusas distintas (ahora está de moda llamarle "relación tóxica" y yo me río porque...¿cuál no lo es?). 
Sales con gente que siempre encuentra la forma de hacerte sentir mal y culpable por la más nimia chorrada; te codeas día a día con adictos a suscitar el interés ajeno que demandan tu atención las 24h al día porque sino montan la pataleta pertinente; de vez en cuando ves a aquellos amigos que están como un cencerro y necesitan quejarse de todos los problemas de su vida (literalmente te los vomitan encima para irse antes de que te de tiempo a sacudírtelos); te sientes un instrumento usado para fines concretos, desechado cuando no es necesario; aquella persona que creías que podía convertirse en un amigo algún día resulta que solo quiere acercarse a ti para poder pisotearte mejor porque te ve como una competidora y necesita sentirse más inteligente y especial que nadie de este mundo (por lo que va a menospreciar tus opiniones y echarte la bronca como si te hubiese parido)....¿Y qué te queda? seguir sonriendo falsamente para no parecer un maldito alien disfrazado mientras interiormente te recluyes en una ermita rodeada de campos verde esmeralda y silencio, mucho, mucho silencio.